miércoles, 27 de junio de 2012

Pura Química, un juego de niños (nota La Nación)

Nos metimos en el backstage del programa que conduce Germán Paoloski; mirá las imágenes exclusivas del detrás de escena.






El líder carismático, dos "hermanos macana" expertos en travesuras, el capitán, un antihéroe que apuesta al ridículo y se burla de sí mismo, el nene revoltoso y Penélope Glamour. Así forma Pura Química . Definitivamente, ¡hay equipo!
Son un grupo de amigos que "sale a la cancha" de lunes a viernes, a las 18, por la pantalla de ESPN+, con un único objetivo: pasarla bien. Por tercera temporada consecutiva, los integrantes del equipo saben librarse de dos plagas que suelen atacar a los programas en vivo, la prisa y la ansiedad.
Faltan sólo cinco minutos para que salgan al aire. Germán Paoloski pasa por maquillaje, mientras Mariano Zabaleta, José Chatruc y Juan Marconi, entre mate y mate, charlan sobre asados y fiestas. En vestuario, Eugenia Tobal elige un atuendo sexy y Mex Urtizberea busca su saco y la cinta de capitán. No todos están listos, pero el programa arranca puntual, sin productores estresados.
Extrovertidos y cómodos, como si estuvieran en el living de su casa, dan rienda suelta a la improvisación, que es la reina de la tarde. Bailes, bromas y payasadas se cuelan entre información deportiva y las entrevistas. "Esto no es trabajo, es diversión", aclara, por si había alguna duda, Chatruc, ex jugador de Racing devenido personaje revelación del programa.
Cuesta diferenciar el detrás de escena de lo que sale al aire. Técnicos, camarógrafos y asistentes también forman parte del juego: gritan, se ríen e interactúan con el conductor, que sabe darle forma al entretenido desorden. 



 La dupla Paoloski - Urtizberea funciona a la perfección. Periodista y actor se potencian mutuamente con tan sólo una mirada y resuelven cualquier situación inesperada que pueda darse entre tanto alboroto. Como cuando la madre del ex arquero Norberto "El ruso" Verea y actual panelista deHablemos de fútbol (que se transmite en el mismo canal) irrumpe en pleno vivo para saludar a su ídolo, Germán, tras una visita de cortesía a su hijo.

Llega el primer corte y Zabaleta, Chatruc y Marconi, como si fueran niños que salen al recreo, comienzan a corretear por el estudio, escena que se repetirá entre bloque y bloque. "¿Cómo se pronuncia Higuaín?", pregunta Eugenia, sobre el apellido del delantero del Real Madrid. Nadie responde, los chicos están concentrados en el picadito que acaban de armar. "Un día vamos a romper un plasma y nos van a matar", se ríe Marconi, el notero y benjamín del equipo.
"Es como estar en casa, con mis hermanos y mis sobrinos chiquitos", apunta la actriz, que se sumó este año a Pura Química , en lugar de Laura Azcurra. "Tengo dos hermanos varones, no hay nada que me asuste", agrega.
"Cuatro, tres, dos, uno. ¡Aire!", se escucha por los parlantes. El clima no cambia, las cargadas y los empujones se extienden y salen en televisión. Llevan más de una hora al aire, pero la energía no mengua. Merienda de por medio, seguirán con las notas pautadas.
El éxito de este formato, que surgió a partir de una convocatoria de Agustín Pichot a Paoloski, se debe, según el grupo, a la relación que lograron construir, basada en el compañerismo y alejada de todo tipo de divismo.
"El programa apareció como algo diferente en una señal netamente deportiva. El primer año fue el despegue, un ciclo extraño, pero después se fue consolidando. En el segundo año, conseguimos afianzar todo lo que teníamos como idea en un principio. Y el tercero es un disfrute absoluto", asegura orgulloso Germán, que tuvo la posibilidad de elegir a sus compañeros de trabajo para liderar con éxito esta formación.
Después de dos horas, el programa llega a su fin. Las luces se apagan, pero los chicos aún tienen ganas de jugar. Sí, hay tiempo para un par de pases más.












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